Mientras Victoria miraba el potente cuerpo del jinete controlar a su bestia, se preguntó cómo se sentiría montar a un hombre así, en su cama. ¿Había albergado una fantasía con el Zorro toda su vida, o era el observar las musculosas piernas aferrar y apretar a su caballo lo que hacía gotear a su coño con incontrolable deseo?
Lo podía ver con la imaginación, bombeando en su mojada funda con su polla de acero caliente. Llevaría sólo su máscara escondiendo su cara e identidad, pero nada más.
Casi llegó al clímax allí mismo, en las gradas, contemplando su potente estampa y mirándole dominar a su caballo. Verle, sólo la ponía más caliente.
Historia corta por las chicas de Passionate Novels
No hay comentarios:
Publicar un comentario